Las briznas bailan al son del viento,
mientras se corea el fin de otro día,
y si te detienes un momento,
sentirás el irresistible deseo de partir con él.
Olas de belleza se expresan libres a tu alrededor,
pues allá donde alcanza tu vista te deleitas,
de todo aquello a lo que siempre has pertenecido.
Cadenas de vida te anclan al suelo,
cuando nunca has sentido más deseos de surcar los cielos,
de perseguir a la luz que tímida cubre de estrellas
y otorga espacio a una nueva noche.