Los poemas también pueden cambiar el mundo.
Mediante la palabra expresada desde el fondo de nuestro ser podemos transmitir alegría e iluminar los días de color y sentido. Lo más importante: los poemas aportan una mirada fresca hacia las distintas perspectivas del vivir y nos ayudan a percatarnos de la enorme belleza que hay en el simple hecho de existir.
Personalmente, quiero que mis poemas sean cantos a la vida, quiero coronarla y llenarla de grandeza. Sería todo un privilegio conseguir que vuestros ojos así la viesen.
La poesía no deja de ser una hermosa llamada a la introspección y a la acción.
Esta fiel compañera me ayuda a reflexionar sobre mi misma y me proporciona una vía de escape emocional, que resulta en ocasiones realmente necesaria para lidiar con serenidad las dificultades que van surgiendo con el paso del tiempo en este hermoso caminar que llamamos vida.