Guerrera quise ser, marcas de batalla sobre mis mejillas pinté, y entre surcos de lágrimas observé, los pasos de la guerra que yo inicié. De lucha mi instinto liberé, mi perdón abracé, y con un valor del que antes ni imaginé, sobre el lenguaje del corazón, así yo medité. Con ardor batallé, la vida conquisté, con alma reflexioné, y con la noche soñé.
Pido perdón y doy las gracias
Pido perdón, por haber tardado tanto en atreverme a escucharte. Pido perdón, por las incoherencias que he ido arrastrando por el camino. Pido perdón, por dejar que en mis palabras y acciones hablase el miedo. Pido perdón, por no haber tenido el valor de defenderte cuando debería haberte defendido. Pido perdón, por haberme decepcionado a mi misma en algunos de mis pasos. Pido perdón, por las veces que hice de lo necesario lo imposible. Pido perdón, por las veces que deseé retirarme del campo de batalla y tirar la toalla. Pido perdón, por no haber podido sacar lo mejor de mi. Pido perdón, por cada juicio que hice, sobre todo aquellos que realicé sin amor. Pido perdón, por todas las veces que mis acciones no estuvieron dirigidas desde la comprensión y la compasión. Pido perdón, por todas las veces que me olvidé de vosotros, de la naturaleza, del mundo. Pido…