Quise crear algo bello,
entonces me paré y miré al cielo.
Tomó mis dedos y escribió estos versos.
Mención hizo del firmamento,
guardián fiel de sus reflejos.
Y mis ojos atentos,
curiosos se hicieron del viento.
Antojándose junto a él volar
descubriendo así sus miedos.
Incluso en brisa transformado,
viento tú me contaste,
cuánto temías soplar de nuevo.