La vergüenza debería estar mal vista.
Pues, ¿qué es la vergüenza?
Miedo a expresarnos,
miedo a ser quién se es,
miedo a vivir.
Y mientras el miedo se aplaude,
lo auténtico se esconde.
Perdemos oportunidades de conectar,
de alcanzar lo intenso de cada instante,
de venerar el regocijo de estar aquí y ahora.
¡Viva aquellos que no se avergüenzan por sentirse vivos!
¡Viva aquellos que nos contagian con su luz!
Y gracias,
muchas gracias,
por enseñarnos a vivir.